...DE NIÑO

A veces me acuerdo de las macetas forradas  de espejos donde jugaba a ser ciclope, a ser dragon de cien cabezas,  de  los  helechos que me hacian carabana justo antes del  jardin, donde mi padre asustaba los demonios del llanto con baldes de agua fria y la recompensa era el  aroma a tierra mojada.
Me recuerdo apergollado a  la falda de mi madre, que no me dejo partir a las batallas  de un  paseo, o  cuando mi hermano  tito se perdio por años, aunque hubieran sido una horas, igual de  los pasteles que no llegaron, porque adelantaban el tiempo, asi como .de las caminatas al bosque, de los arroyos de agua potable, de los pastos infinitos, de ser un pequeño duende entre gigantes, de  las intimidades de Porfiria a la vista traviesa de mi hermano  Momo o cuando descubri  la electricidad que me llego de golpe  por los dedos y que es fugaz y dolorosa como la vista de  las blancas  piernas de Marìa de Jesùs en su ducha por la tarde, del nombre de mi maestra que comenzaba con D y que nadie adivino " Dupita, "de los bucles de Angelica los lunes de homenaje, de las mochilas en forma de cinturon de mis compañeros o algunos otras que eran bolsas de ixtle de colores, de las gorditas de doña Carmen, y de su  polifacetico  marido que era velador, borracho y hasta secuestrador  , al final nunca supe si los borrachos o los malos mueren pronto.
De los sapes que me daba el Bizco , porque sólo le lleve una torta, o cuando se entero de mi cumpleaños y me forzo a invitarlo, el muy ruin llego puntual acompañado de sus marionetas e hizo la gracia de mi padre y yo quede relegado a segundo plano, a pesar de ser el festejado, y al dia siguiente me receto una  racion de zapes, porque el pedazo de pastel que se le obsequio era muy pequeña ¡
O de cuando llego el terror de la escuela Gustavo, al que nadie se le podia enfrentar fuere del grado que fuere, pero se hizo rapido mi protector sólo porque le hice alguna tarea, pero tambien con algunas respuestas, como de que en cada familia no debe haber una pasta de dientes para cada miembro o que la bonita letra no dependia de que le sacaras punta al lapiz.
Conocí el poder del fuego cuando me exploto un spray que arroje a la fogata, y la explosión me borro la cara...o al menos eso creí.

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