La fiesta de la duquesa o san martin de etiqueta
La triada estrella, el camarón , el salmón y el visón hacen su aparición, ¿ Quien le paga a esta trilogía sus regalías? El mismo que regentea a los colados, ¡ Abran puertas ! , llego la duquesa, con sus carnes como alfombra y como cola, pero maceradas en caldo verde son las delicias de la vista, sin dejar ver a las bellas, pero la culpa la tiene la óptica que es rectilínea, espere al eclipse del 22 grita Eistein, pero solo lo escucha la angula que devora y que se pierde en linea recta hacia el mar, llevándose el secreto que ahora demora y mantiene en vilo al maestro despeinado, otra más camarero que son 12 y van 2 sentencia la condesa y repara en San Martín de etiqueta, que desprende envidias entre tanto pálido, este le extiende el cristal que acaricia la obesa metiendo el dedo en la champaña, saca el dedo y lo chasquea, salpicando la punta chata de la nariz del negro- alegorias perversas mastica la duquesa- y le embadurna restos de salmón entre labios y nariz - no te olvides de este aroma le dicta- el negro alcanza a lamer y deja entrever sus encías rojo sangre, relamiéndose las gotas que solitarias aun resbalan.
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