La fiesta de la duquesa

En la jungla se le rinde tributo a San Martin, los perros dejan de gruñir, las gatas se entrelazan en un juego de piernas con el negro y el graznido de las urracas cesa para transformarse en cantos,
-¿ Que olor despiden las gatas en celo ?
-pescado ordena la duquesa-
 entrando en tropezado tropel y desbaratando la efímera armonía, del reinado de ébano, este altivo se vuelve a los pies de la ama, que le entrega los grilletes y ella dócil lo dirige al paredón
- ¿Sabra el verdugo que el fusil , lo tiene el sentenciado ?
- cuantas revelaciones brindan las ocasiones-
saber que los negros tienen una quinta extremidad- no es ciencia que busquen los alquimistas
- ¿Que buscaba el oscuro en las entrañas de la duquesa ?,
 los monjes mueren con sus secretos, al final lo que encontró, se lo entrego en la boca a chorros.
 -Vuelve la duquesa al sarao y el negro cabizbajo por delante ¡ Que sirva de escarmiento ! , gritan riéndose las castas.
Salgo de mi madriguera y me aferra el obispo, que levanta mi falda para contarme las pecas en latín, alfa, beta...y al epsilon chuparse los dedos...fin de la fiesta.